viernes, 20 de julio de 2007
Dr. Strangelove
Es una película satírica producida en 1964 por el director estadounidense Stanley Kubrick. Basada en la novela Red Alert de Peter George y con un guión escrito por el siempre sardónico Terry Southern y el mismo Kubrick, la película relata la historia del intento de un general demente por iniciar una guerra atómica y el intento de otros por evitarla. La cinta es una acertada burla de los líos bélicos, sobre todo de la temida guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de 1960.
La estrella de la película es Peter Sellers, quien interpretó a tres personajes:
General de grupo Lionel Mandrake.
El presidente de los Estados Unidos, Merkin Muffley.
Dr. Strangelove, ex-nazi asesor del presidente.
Sellers sería también quien protagonizaría al piloto del bombardero, el Mayor T. J. Kong, pero a causa de un accidente durante la filmación debió abandonar el papel. El Mayor Kong fue protagonizado por el actor Slim Pickens.
El general de la fuerza aérea estadounidense, Jack D. Ripper (Sterling Hayden) planea dar comienzo a una guerra nuclear con la Unión Soviética con el objetivo de impedir lo que considera una conspiración comunista para fluorizar el agua, contaminando así los "preciosos fluidos corporales". Da la orden (sin autorización del presidente) a su escuadra de combate de bombardear sus respectivos objetivos dentro de la Unión Soviética, con la esperanza de que el presidente ordene un ataque a gran escala al no encontrar otra opción.
El general Ripper desconoce, sin embargo, que los soviéticos cuentan con un "dispositivo del juicio final", el cual será automáticamente detonado en caso de detectar un ataque nuclear sobre territorio de la Unión Soviética, destruyendo toda vida sobre la faz de la Tierra por contaminación radiactiva. El Dr. Strangelove, ex-nazi asesor del presidente, explica al personal congregado en el cuarto de guerra del pentágono cómo el dispositivo es una extensión natural de la estrategia de la Guerra Fría de la destrucción mutua asegurada, que trabaja como un disuasivo a un intercambio nuclear real. Es más, la máquina no puede apagarse, pues esto disminuiría su valor como disuasivo
El plan de ataque enviado por el general Ripper estipula que ninguna comunicación sea aceptada por los aviones de la escuadra a menos que dicha comunicación se cuente con un código prefijo secreto, conocido únicamente por el general, evitando así que el ataque sea abortado por otra autoridad.
Como resultado, el gobierno americano coopera con los soviéticos para derribar los aviones hasta que ellos puedan contactarse con ellos y que den la vuelta. El plan de Ripper, que se suicida después de la rendición de sus fuerzas, es frustrado por el capitán inglés Lionel Mandrake, un funcionario que participa en un "programa del intercambio" con el ejército estadounidense, que deduce el código secreto de unos bocetos infantiles de Ripper.
Desgraciadamente, uno de los B-52 ("La Colonia del Leproso") no se puede llamar por radio, pues fue dañado por un proyectil soviético, y continúa su misión para dejar caer su bomba nuclear en un blanco soviético, lo que activaría la máquina del día del juicio final. La puerta de las bombas queda bloqueada, y al intentar soltarla a mano, el piloto del B-52, el Major "King" Kong, la logra lanzar y así inicia la destrucción global. Kong monta la bomba, la agarra con una mano y ondea su sombrero de vaquero en el aire a modo de homenaje a la técnica de rodeo de caballos.
El dispositivo del día del juicio final se activa y en los últimos momentos de la humanidad, el Dr. Strangelove recomienda al Presidente Muffley que un grupo de humanos se oculte profundamente en un pozo de mina de más de 1000 m, donde la radiactividad nuclear no los pudiera alcanzar, para que la Tierra pueda repoblarse. El general Turgidson entra en delirio para superar a los soviéticos por el espacio de las minas, planificando ya una futura guerra en 100 años más, cuando la radiación se haya disipado. Strangelove sale de su silla de ruedas anunciando que tiene un plan, y cuando cae en la cuenta de que camina grita ¡"Mein Führer, puedo andar"! solo un segundo antes de que las bombas del juicio final empiecen su explosión y el fin de la civilización.
Otras actuaciones importantes fueron la de George C. Scott como el General Buck Turgidson y James Earl Jones debutando en cine como el Teniente Lothar Zogg.
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